El futuro pasa por las cooperativas

Las cooperativas agroalimentarias son un pedazo importante del sector de la industria agroalimentaria en España. Su número alcanza las 3.918, destacando por su presencia en Andalucía, Castilla y León  y Castilla-La Mancha, con más de un 50% del total. (Estos datos provienen del estudio del Observatorio Socieconómico del Cooperativismo, realizado en 2011, http://www.agro-alimentarias.coop/ficheros/doc/03723.pdf). Generan 93.733 empleos directos, agrupan a 1.160.337 socios, y alcanzan una facturación de 17.405 millones de euros anuales.

Estas cifras tan relevantes, representan el 14% de todas la empresas de la industria agroalimentaria en España, y el 21% en facturación y empleo, con datos de 2011, utilizando como cifras del sector agroindustrial, las aportadas por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) –http://www.fiab.es/es/industria/industria.asp-.

Y no se trata sólo de fijar la atención en estas cifras globales, y de enfocar la cuestión desde una perspectiva exclusivamente económica.

Las cooperativas tienen una gran relevancia en el medio rural (donde se ubica la práctica totalidad de ellas -lo que no ocurre tan claramente con las industrias agroalimentarias no cooperativas-) desde el punto de vista social. Son, generalmente, la mayor empresa (en facturación y empleados) de los pueblos donde se encuentran, canalizan la producción de una parte muy relevante de la población rural, los agricultores y ganaderos; y son una parte esencial de la actividad (incluso de tipo cultural) de nuestro medio rural.

En las dos últimas décadas se ha producido una importante concentración de cooperativas, creándose estructuras de segundo grado (con distintas figuras jurídicas), e incrementándose el tamaño medio de las mismas. No obstante, la práctica totalidad de las mismas siguen siendo, a día de hoy, PYMEs, con dificultades crecientes para defender sus intereses en mercados cada vez más globalizados y con un sector de la distribución en manos de cinco o seis grandes grupos.

Embotelladora

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Para lograr el objetivo de conseguir mayor tamaño y concentrar la oferta para poder competir, me detengo hoy en dos elementos de interés.

Por un lado el Proyecto de Ley de Fomento de la Integración Cooperativa; y por otro, el papel, que la reforma de la PAC en vías de aprobación, concede a las Organizaciones de Productores.

En cuanto al Proyecto de Ley, que se encuentra ya en una fase muy avanzada de su tramitación, es una cuestión en la que vienen trabajando desde Cooperativas Agroalimentarias desde hace tiempo. La Ley ha de servir (para ello es necesario un papel activo de las organizaciones regionales de las cooperativas en las Comunidades Autónomas y de las propias administraciones regionales agrarias) para impulsar las fusiones y la concentración de la oferta en grupos cooperativos comercializadores de mayor tamaño, para lo que se crea la figura de la Entidad Asociativa Prioritaria -concepto que se determinará (previsiblemente con dificultades) según volúmenes y sectores-.

Por otra parte, la Reforma de la PAC, que está apunto de cerrarse con el trílogo entre Presidencia del Consejo, Comisión y Parlamento, aunque ha sido muy poco ambiciosa en cuanto a medidas de mercado se refiere (centrándose mucho más en las ayudas directas a los agricultores), sí va a extender el concepto de Organizaciones de Productores (OP) -copiando «parcialmente» el modelo de las OPFH, del sector de frutas y hortalizas-  a prácticamente todos los sectores productivos, de tal forma que las OPs puedan ajustar su producción al mercado, concentrar la oferta y comercializar en común la producción de todos sus socios.

Las cooperativas tienen aquí una oportunidad para convertirse en OPs y comercializar sus productos de forma conjunta, mejorando su capacidad de negociación y contribuyendo a hacer más sostenible la cadena alimentaria. Pero para ellos, las Administraciones, nacional y regionales, deben apostar por este modelo y sacarle jugo a la Reforma de la PAC en las escasas medidas de mercado que nos propone.

Lo que está claro es que el futuro de nuestro medio rural (y la calidad de vida de nuestros agricultores y ganaderos) no puede entenderse sin el papel crucial de las cooperativas como motor social y económico de la mayor parte de los pueblos.

Y para que eso siga siendo así, y las cooperativas generen cada vez mayor riqueza en el medio rural, hay que apostar por modelos como el de las Organizaciones de Productores.

De este tipo de decisiones puede depender el futuro de las cooperativas en el siglo XXI.

Comments
8 Responses to “El futuro pasa por las cooperativas”
  1. Reblogueó esto en CooperativismoPeru Blogy comentado:
    PERU COOPERATIVAS

  2. César Sáenz dice:

    Acertada tu exposición sobre el papel de las cooperativas en el medio rural, lo que no se corresponde con la industria agroalimentaria no cooperativa.
    Efectivamente, la media de ruralización de este sector industrial es del 53 % de media (elaboración de bebidas 70%, alimentación animal 61%, molinería 61%, ind. láctea 58%, grasas y aceites 72%, frutas y hortalizas 60%, ind. cárnica 56%, ind. pescado 28%, otros 43%) y lo que es peor, el empleo de las empresas agroalimentarias en el medio rural representa el 32% del empleo total del sector agroalimentario.
    Todo ello determina que si se quiere un medio rural articulado y con un tejido poblacional adecuado que frene el despoblamiento y garantice su futuro, haya que plantearse la necesidad de «ruralizar» el sector agroalimentario y reformular las ayudas destinadas a la creación y modernización de estas empresas, porque ¿es lógico que dos empresas similares con salas de despiece, por ejemplo, una ubicada en un polígono industrial de una gran ciudad y la otra en un pueblo de unos pocos centenares de habitantes, que quieran tecnificar sus instalaciones, reciban el mismo trato de los programas de ayuda a la industria agroalimentaria? Si de verdad se quiere la revitalización del medio rural, que necesariamente pasa por la creación de empleo que fije población ¿no será preciso establecer medidas de discriminación positiva hacia las empresas que se instalen en el medio rural, entre ellas las cooperativas?. Las empresas agroalimentarias «urbanas», sobre todo si pertenecen a las grandes multinaciones del sector, que se paguen ellas la fiesta.

    • Muchas gracias, Cesar, por tu comentario. Comparto tu reflexión. Creo que hay que apostar (y más en estos momentos de escasez de recursos) por aquellas industrias que se ubican en el medio rural, generan actividad económica y contribuyen directamente al desarrollo de los pueblos. Y eso lo hacen, mayoritariamente, las cooperativas.

  3. Alejandro García-Gasco dice:

    Las cooperativas es cierto que tienen su papel fundamental en el sector, lo preocupante y que al mismo tiempo tiene que dar paso a la reflexión es en algunos sectores el bajo porcentaje de agricultores que pertenecen a ellas, Como es el caso de frutas y hortalizas.
    El concentrar la oferta y la venta en común es importantísimo pero sigue faltando lo fundamental, PRECIOS EN ORIGEN, para ello es prioritario un cambio en la ley de competencia de manera URGENTE!! Para que estos esfuerzos tengan un logro total.
    Un fuerte abrazo Paco

    • Alejandro y Antonio, muchas gracias por vuestra participación en el blog, que es muy bienvenida y muy útil. Efectivamente, el modelo cooperativo tiene más dificultades en unos territorios que en otros, y su peso también varía entre sectores. Lógicamente hay camino por hacer y las Administraciones deben apostar por las cooperativas para que se consiga el objetivo de concentrar la oferta y aumentar la capacidad negociadora de agricultores y ganaderos.
      En cuanto a la cuestión de los precios en origen, en la medida en que los sectores sean capaces de organizarse para la comercialización en común y ajusten la producción a la demanda del mercado, serán capaces de sostener los precios en origen. No obstante, esto es sólo una parte del problema, y, lógicamente, las cuestiones relativas a la ley de la competencia también influyen en los problemas recurrentes de precios en origen.
      En definitiva, queda mucho por hacer.

  4. antonio dice:

    Llevas razón en la importancia del cooperativismo, pero no es aplicable en todos los territorios sin un trabajo previo que nadie está por hacer.

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