La voluntad de la tierra

No sé cuando saldremos de esta situación difícil que todo lo llena en nuestro día a día actual, en cualquier rincón del planeta, pero seguro que habrá un futuro mejor. Y espero que una de las lecciones que nos deje, si no la más importante, sea la necesidad de contar con un sector público fuerte, que garantice músculo suficiente para que los gobiernos sean capaces de llevar sus decisiones a la práctica, asegurar servicios sociales, sanitarios, educativos; de calidad, universales, iguales para todos. Y que, de esta forma, se ayude a los más débiles, a los más necesitados, a aquellos que no siempre, lamentablemente, entran en los planes de la sociedad, los que disponen de menos recursos, las personas mayores o los más pequeños.

Sin un sector público fuerte, seremos menos libres y menos iguales. La sanidad sería peor, tendríamos menos médicos, menos enfermeros, la educación sería menos igualitaria, disfrutaríamos de peores infraestructuras o tendríamos menos policías. Son solo algunos ejemplos. Y necesitamos justo lo contrario. Mejorar.

Para ello, se necesitan impuestos que, de una manera redistributiva, se asignen en los presupuestos a las diferentes cuestiones de intervención pública, en función de las prioridades. No se puede después reclamar más hospitales, más camas, más equipos médicos, por ejemplo; si se ha ido bajando impuestos, olvidado las prioridades sociales en la acción de gobierno o apostado por modelos de gestión privada en asuntos tan trascendentes en los que no se debe dejar el control al mercado. Incluso presumiendo de ello…

También, un país digno, moderno, orgulloso de sí mismo no puede verse impotente cuando hay dificultades. No puede dejar en manos de donaciones o contribuciones solidarias -por supuesto muy importantes y que tienen que ser bien recibidas- la solución a cuestiones como atender a los más necesitados en momentos como éste. Es mejor recaudar impuestos para ayudar a la población que más necesita de la existencia de la Administración, que recibir donativos. Y esta pandemia nos tiene que hacer reflexionar sobre ello.

En otros ámbitos de la actividad, alejados de los servicios sociales, sanidad o educación, que deben suponer los pilares básicos de una democracia social como la nuestra (recuerden, Artículo 1 de la Constitución Española: España se constituye en un estado social y democrático de derecho), sí se necesita un sector privado fuerte, sólido, comprometido con la sociedad.

En la industria, el sector agroalimentario, el turismo, las telecomunicaciones o los servicios, necesitamos fortaleza empresarial para competir mejor en los mercados mundiales y garantizar (ahora estamos viendo aquí algunas de nuestras carencias) la producción nacional en sectores estratégicos. En España, hay un tejido empresarial de pequeños y medianos empresarios, y también grandes, comprometido, en general, con España y que quieren pagar impuestos y que se redistribuya la riqueza para, en definitiva, avanzar como país, siendo una sociedad más próspera. Nos interesa ir de la mano, sectores privado y público, fuertes. Muy fuertes. Y nadie puede quedar atrás. Es nuestra obligación hacerlo posible.

Es necesario el pacto político (ojalá todos los partidos demuestren su generosidad y alcancen un acuerdo bajo el liderazgo del gobierno). Pero más importante es un acuerdo social, entre todos, sobre la base de un modelo de equilibrio público-privado, que permita la recuperación económica desde los principios de libertad, igualdad y solidaridad.

Un país en pleno siglo XXI, y más inmersos como estamos en la pandemia del coronavirus, no es una bandera, ni un himno, ni un jefe del estado, ni siquiera un gobierno. Un país es -somos- la gente que vive en sociedad en un determinado momento, y trabaja de manera colectiva y solidaria para conseguir un éxito común. En España, el pueblo, los españoles, estamos respondiendo a la situación, con determinación y compromiso cívico y social. Podemos estar realmente orgullosos de lo que somos.

Acabo con una referencia al título de esta entrada, extraída de una de las obras maestras de un español universal, Federico García-Lorca que, en su Poeta en Nueva York, en uno de sus poemas, Grito hacia Roma, nos recuerda, de alguna forma, que el futuro, el porvenir, tiene que serlo para todos:

”…. queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos

Este domingo pasado, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero nos trajo de nuevo a Lorca y a estos versos, a la memoria (https://www.infolibre.es/noticias/opinion/columnas/2020/04/12/en_espana_mejor_pueblo_105801_1023.html), recordándonos lo que somos como país, como pueblo.

Nos queda un largo y tortuoso camino por delante. Pero tenemos que hacerlo juntos, sin dejar a nadie atrás y haciendo país, del de verdad, cada día.

Comments
11 Responses to “La voluntad de la tierra”
  1. crecioeco dice:

    Buenos días, en relación a esto ¿se sabe algo del tema de las producciones locales y huertos de autoconsumo?. Parece que hay mucha disparidad de criterios entre autonomías y estaría bien que mes y medio después de iniciarse todo se fijase una posición común de la administración al respecto ¿se puede ir a un huerto de autoconsumo?¿Puede trabajar una familia que tenga una/s parcela/s sin estar en el régimen agrario?¿Qué pasa con las producciones locales?. Tal y como se pide en este comunicado al Ministerio de Agricultura seguimos sin conocer informaciones claras:

    https://soberaniaalimentaria.info/otros-documentos/luchas/723-carta-mapa

    • Hola, Carlos. El tema quedó resuelto ayer con la orden publicada en el BOE, que autoriza el desplazamiento y cuidado de los huertos de autoconsumo que se encuentren en el mismo municipio o en municipios adyacentes al lugar de residencia. En la medida de lo posible se recomienda limitar los desplazamientos e ir de manera individual. Creo que es una muy buena decisión. Muchas gracias por seguir el blog. Un saludo

  2. Alfonso Rodríguez Torres dice:

    Estimado Paco. Una opinión que comparto absolutamente en cada unos de los puntos y las comas. Y un bello verso de Lorca que podría completarse con las palabras de Antonio Machado «“En España lo mejor es el pueblo. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva”. Pero en esos versos de Lorca hay mucho más, en esa «voluntad de la Tierra que da sus frutos para todos» existe algo que se te ha olvidado mencionar. Hablas de lo social y de lo económico pero olvidas la tercera columna que debe completar esa nueva forma de entender la sociedad para salir de esta crisis y que debería estar en boca de todos, porque de esta crisis hay que salir fortalecidos en lo económico, en lo social y en lo ambiental. El gran reto que la humanidad tiene por delante está quedando de nuevo olvidado. O se sale de esta crisis sobre esos tres pilares, o no se saldrá nunca.

    • Gracias por tu comentario, Alfonso. Tienes razón. No podemos olvidar el pilar medioambiental. Quise centrarme en el componente socioeconómico en este artículo, pero es evidente que sin un desarrollo verdaderamente sostenible y una apuesta decidida por la economía circular, no podremos salir con éxito de esta situación. Un abrazo

  3. MALAQUIAS JIMENEZ dice:

    Estimado Paco, totalmente de acuerdo con tus consideraciones y propuestas, y convencido que hablas desde tu criterio político y social, y que no respondes a ninguna consigna. Esto lo digo por ti y por las mayorías que hablamos desde nuestros criterios, a pesar del mantra de la derecha que la izquierda social-comunista tenemos comprados todos los medios de comunicación (menos los suyos, claro)
    Aun estando de acuerdo yo iría un pasito más adelante: una forma distinta de organización social hubiera minimizado el impacto del COVID-19. Una sociedad más justa, lo que quiere decir más igualitaria (con menos ricos caritativos y menos gente en estado de extrema necesidad), y sobre todo (y esto nos afecta a nuestra visión geo-estratégica) UNA SOCIEDAD MEJOR REPARTIDA POR EL TERRITORIO, y no solo mejor distribuida, también mejor empoderada y participativa en la toma de sus decisiones.
    Es lo que propones desde la consejería para el grave problema del desarrollo rural, pero que yo veo que avanza poco, por decir algo, que en realidad adelanta casi nada. Ojalá y aprovechemos esta experiencia para avanzar en la construcción de sociedades mejor territorializadas, mejor organizadas, más comprometidas con su propio desarrollo y con mayor uso de sus recursos locales. Lo cual implica bajar el tono en los mensajes de “mejorar la competitividad”, “aumentar las exportaciones” “incrementar la productividad”…y en general toda actitud encaminada a imponer los criterios neoliberales-globacionistas que están haciendo perder la calidad de la vida local, tranquila y solidaria de las pequeñas comunidades rurales, y que nos dejan indefensos ante crisis como esta pandemia. Saludos cordiales
    Malaquias Jimenez, desde la Manchuela

    • Gracias, Malaquías. Me alegro de leerte. Avanzamos muy despacio si, pero avanzamos. Espero que podamos darle una vuelta de tuerca al enfoque LEADER. Sabes de mi compromiso con la autonomía de los grupos y el respeto a su papel. Un abrazo

  4. Roberto dice:

    Hola Francisco, discrepo de que el problema sea subir los impuestos. El verdadero problema es que no se gestiona bien lo público, con criterios de eficiencia, transparencia y búsqueda del bien común.
    Ciertamente ahora es buen momento para que recuerde todo el dinero que su mismo partido despilfarró en autopistas y aeropuertos inútiles -todos ellos ahora en ruina-, portátiles gratis para todos sin ningún sentido, empresas públicas nombradas a dedo del político de turno… Pues sí, todo eso podría haberse invertido en mejorar la sanidad pública y prepararnos mejor a esta pandemia.

    • Roberto, se que hay que gestionar bien los recursos públicos, lo menciono muchas veces en este blog. Y que no siempre se han gestionado de manera adecuada. Pero esta vez he querido cargar las tintas en la necesidad de concienciarnos de que con nuestros impuestos -desde mi punto de vista, necesariamente progresivos en función de la renta o la facturación- se sufragan servicios que ahora se demuestran insuficientes. Si queremos servicios públicos dignos y de calidad, hay que pagar impuestos. Y gestionar bien los recursos también, claro, pero los ingresos tienen que ser suficientes para contar con los mejores profesionales, servicios de calidad, equipamientos y, en definitiva, un proyecto colectivo de verdadero progreso para el conjunto de la sociedad. Para todos. Un saludo

  5. Julio Bernal Fontes dice:

    Estimado Paco. Entiendo perfectamente la necesidad que tienes de cerrar filas con tu Presidente del Gobierno puesto que no deja de pediros que respaldéis sus palabras, sus actuaciones y justifiquéis sus errores devolviendo las lanzas hacia la oposición y hacia la derecha (no se os suele olvidar citarla como extrema).
    Respeto, y mucho, tu labor como Consejero de las ramas agraria y alimentaria, porque creo que eres una persona preparada y formada (lo suficiente como para ostentar posiciones mas importantes), me gusta seguir tu blog porque cuando hablas de agricultura, ganadería, desarrollo rural,… siempre dices cosas interesantes y merecedoras de reflexión y pensamiento.
    Pero pierdes credibilidad, para mi, cuando tienes que justificar el discurso más político y necesitas no discrepar del pensamiento único de tu Sánchez y de su colega Iglesias, del que bien haría en pensar que no se puede conciliar el sueño estando cerca porque a la que se descuide se lo «limpiará». Y vosotros en Castilla Mancha habéis tenido buenas muestras del actuar de su gente.
    Te deseo toda suerte de éxitos, y nos deseo a todos salir bien de la crisis en que nos encontramos, aunque ello será a pesar de la nefasta gestión realizada por Sánchez, sus imprevisiones, sus imprecisiones, su falta de transparencia (aunque disimule durante tantos minutos con lo rollos que nos suelta en las teles amigas). Insisto que será pese a Sánchez que saldremos de ésta, aunque serán muchos (demasiados) y buenas gentes las que se han quedado de manera inmisericorde en el camino.
    Ojalá todos los partidos demuestren su generosidad, dices al citar el mantra del pacto político, sin recordar la falta de generosidad de Sánchez hacia la oposición a la que viene ninguneando y despreciando en todas sus intervenciones recientes, por no recordar ahora toda la serie histórica de citas y exigencias que Sánchez ha realizado cuando no era presidente del Gobierno, no dando ni una uña al presidente de turno, exigiendo lo máximo y provocando la alarma contra el gobierno en todo momento.
    España para salir de ésta situación sanitaria, económica, social y política necesita un LIDER (con mayúsculas) que sepa guiarnos y que tenga un verdadero Plan de actuación. En el caso de Sánchez cuesta pensar que sepa lo que es ser un líder, que sepa lo que es guiar y que tenga un plan que no sea el de su enquistamiento en la silla de la presidencia del gobierno.

    • Julio, me alegro de leerte. Espero que estes bien y te agradezco tu comentario y tu valoración cariñosa. No he recibido ninguna instrucción para apoyar ninguna decisión del gobierno, te lo digo de verdad. Escribo estos días con otro enfoque, lejos de las materias en las que me he especializado, porque creo es bueno aportar calma y reflexión al debate en un momento tan difícil para todos. Mi ánimo es ayudar, solamente. Espero que esta situación pase pronto y que, cuando llegue el momento, se abra el debate político que debe hacerse. Espero que podamos vernos pronto. Te mando un abrazo fuerte

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