Castilla-La Mancha, tierra de ilusiones

Cerca ya de cumplir los cuatro años como consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, es momento de hacer balance. Será este, un resumen insuficiente, desordenado, más bien anárquico, de lo que hemos hecho entre todos en nuestra región en los ámbitos de trabajo de la Consejería que he tenido el inmenso honor de dirigir. Pero será una aproximación muy personal a los objetivos cumplidos, desde el compromiso y el sentimiento con el territorio y con su gente.
El relato de estos años sabe a pueblos, a campo, a kilómetros, a vino, a queso, a aceite, a alimentos de Castilla-La Mancha. Y ha sido posible gracias a mis compañeros de aventuras: conductores, secretarios, asesores, directores y jefa de gabinete. En la oficina y en la calle, sobre todo, en la calle. También a los agricultores y a los ganaderos y a todos los que, en nuestros pueblos, sueñan con el futuro, gente que hace cada día mejor a nuestra tierra.
Una de mis mayores satisfacciones en estos años ha sido llegar a cada rincón de Castilla-La Mancha: ver, hablar y compartir con la gente que vive en ellos. Buscar soluciones a sus problemas, transmitir ilusión en el futuro y reforzar un sentimiento de pertenencia -que yo también he aprendido estos años recorriendo cada palmo de la tierra de Castilla-La Macha- a una realidad mayor como es nuestra región. Paisajes diferentes, opuestos en algunos casos. Desde Megina, un pueblo de 31 habitantes en el Señorío de Molina -donde plantamos una olma castellana, recodando a Antonio Machado y a las plazas de Castilla-, a Nerpio, en la Sierra del Segura, en el límite con Granada y Murcia -tierra de fantasía, de nueces y cabras celtibéricas-, o Vega del Codorno, en la Serranía de Cuenca -donde nuestros ganaderos trashumantes tienen las mejores ovejas bomberas-.
La Mancha, con sus agrociudades, Talavera de la Reina y su comarca, Almadén y los montes escarpados del oeste, la Manchuela, la Ribera del Júcar, el Hayedo de Tejera Negra, los Montes de Toledo o la Sierra de Alcaraz. Lugares únicos para una etapa única, de cuatro años y 480.000 kilómetros, en una vuelta interminable, llena de momentos, miradas, sonrisas y cariño. Mucho cariño.
Así lo siento, desde el primer día hasta hoy.
Un orgullo para mí es que en estos años, Castilla-La Mancha se ha convertido en el paradigma de la incorporación de jóvenes a la agricultura. Es quizá la mayor de las satisfacciones. Acabamos estos cuatro años con 2.660 jóvenes incorporados al sector agrario en nuestra región, un tercio de ellos, mujeres. La cifra es más del doble que cualquier periodo de cuatro años anterior y responde al compromiso, adquirido el primer día, de apostar por el relevo generacional como forma de luchar contra la despoblación, ofreciendo alternativas empresariales en un sector, que desde hoy, apuesta, gracias a todos estos chicos y chicas, más si cabe, por la innovación y la mejora tecnológica.
He podido presumir de un sector dinámico y con futuro, que crea empleo (reducción a la mitad del número de desempleados desde el inicio de la legislatura) y riqueza (pasando del 13% de contribución al PIB del sector agroalimentario en 2016, al 15% en 2018, la cifra, en términos relativos, más alta de toda España), en el cual hemos apostado, además de por el relevo generacional, por los profesionales (2.200 beneficiarios -el numero más alto de la historia- en la línea de mejora de explotaciones, a los cuales hemos destinado 76 millones de euros -más del doble que en otras ocasiones-).
He presumido también de las mujeres agricultores y ganaderas, de las jóvenes y de las veteranas, de las mujeres rurales en su conjunto. He sentido el orgullo de tener un ejército de mujeres que, a través de FADEMUR, luchan por su visibilidad y reconocimiento. Hemos apostado por la titularidad compartida de las explotaciones y por un Estatuto de las Mujeres Rurales que, estoy seguro, verá la luz en cuanto se inicie la próxima legislatura.
Por otra parte, en la industria agroalimentaria también hemos batido récords, destinando 180 millones de euros a la mejora tecnológica de nuestras empresas, lo que ha permitido movilizar la cifra -también récord- de 1.000 millones de euros de inversión privada de las empresas del sector, que transforman en el medio rural las materias primas de nuestros agricultores y ganaderos.
Hemos apostado por la Entidades Agroalimentarias Prioritarias de Interés Regional (EAPIR), que alcanzan una facturación mínima en cada subsector agroalimentario, publicando un Decreto para su reconocimiento y priorizándolas en las ayudas públicas. A fecha de hoy ya hay cinco en la región, en los sectores del vino, aceite, ajo y champiñón. También, hemos apostado por las Agrupaciones de Productores (AAPP), concediendo ayudas de hasta 400.000 euros por proyecto para comercializar la producción de las empresas que las constituyen, de forma conjunta. Ya hay siete y esperamos otras cinco en los próximos meses. Es, en definitiva, la apuesta por el tamaño en un mundo global y muy competitivo, necesaria para mantener la renta de nuestros 120.000 agricultores y ganaderos.
El apoyo a la creación de canales cortos de comercialización, las novedosas ayudas a la innovación empresarial, la promoción de las figuras de calidad, la constitución de las asociación de las nueve denominaciones de origen de vino de Castilla-La Mancha, el relanzamiento de la DO Valdepeñas, el Plan Estratégico del Sector del Vino, la apuesta por la calidad, o la recuperación de la presencia institucional en las ferias son otras cuestiones que no puedo olvidar en este pequeño resumen.
Y, por supuesto, la defensa del agua, reivindicando a Castilla-La Mancha, a sus habitantes y a sus agricultores, regantes ya, o con expectativas futuras. Mi frase más repetida de estos años ha sido probablemente que «el futuro de la agricultura en la región, pasa por el acceso al agua». Sin las competencias, pero desde el esfuerzo constante, hemos mejorado muchas cosas, poniendo las bases para resolver la situación de los pozos del Alto Guadiana, defender la cuenca del Tajo o los derechos de nuestros regantes en el Segura y en el Júcar.
Las ayudas para el regadío, de las que se han beneficiado ya 16 comunidades de regantes y de las que se beneficiarán mas, tras la convocatoria de 29 millones de euros que se publicará a finales de este mes, son también una gran satisfacción. Porque nos sirven para mejorar la eficiencia en el uso del agua, generar más riqueza, y, lo que es mas importante, redistribuirla. Y todo, gracias al agua, el recurso más importante y a nuestro compromiso sin matices.
Y una gran alegría, muy reciente, la constitución, en un acto en Villarobledo, de la Federación de Regantes de Castilla-La Mancha, que nace con el objetivo de defender los intereses de los más de 60.000 regantes de las 7 cuencas hidrográficas que nos recorren y vertebran. Es un objetivo cumplido, del que me siento especialmente orgulloso, porque muchos dudaban de que lo fuéramos a lograr. Y hoy es ya una realidad, fruto de la ilusión y la perseverancia, que nunca nos han faltado.
La apuesta por los Grupos de Desarrollo Rural, el compromiso por su autonomía, y por las inversiones y proyectos en los pueblos más pequeños, donde más útiles pueden ser, recuperando el espíritu de la iniciativa LEADER, la ilusión de gerentes, técnicos, juntas directivas y alcaldes rurales, tras una legislatura pasada, perdida; es también una enorme alegría. Hace también muy poco tiempo, en Villalgordo del Júcar, un pueblo comprometido y orgulloso de ser rural, en la asamblea de la Red Rural de Castilla-La Mancha (RECAMDER), que agrupa, por primera vez, a todos los grupos de la región, renové mi compromiso personal, que nace con mis primeras experiencias profesionales, por esta forma de entender el desarrollo, que hace territorio, vértebra y socializa, y en la que la gente de los pueblos cuenta de verdad.
Quizá es en políticas medioambientales donde se ha producido el mayor cambio, podríamos decir disruptivo, respecto a los cuatro años precedentes. No cabrían aquí todos los esfuerzos y éxitos, pero debo citar la apuesta por la política de prevención de los incendios forestales, recuperando los 12 meses de trabajo en la empresa pública GEACAM, la puesta en marcha de las instalaciones de la biorrefineria de CLAMBER, en Puertollano, la instalación de placas solares en numerosos edificios públicos, la compra de vehículos eléctricos, la instalación de puntos de recarga o la elaboración de un plan regional de biomasa como algunos ejemplos del cambio.
También, la apertura de todos los centros de interpretación de los Parques Naturales de la región, el cambio radical que ya se aprecia -y que será total en apenas seis meses, con nuevo centro de interpretación en Ossa de Montiel y reforma en la carretera que recorre el parque- en el más visitado, el de las Lagunas de Ruidera, las ayudas para las empresas forestales (que el PP eliminó), las ayudas a la creación de montes de socios para explotar de forma solidaria el monte, el impulso a la truficultura, o el éxito en la recuperación del lince ibérico, en el que que Castilla-La Mancha está siendo imprescindible, son motivos para una enorme alegría.
Para finalizar, no puedo dejar de mencionar la lucha contra la instalación del cementerio nuclear en Villar de Cañas, la elaboración de los Planes de Gestión de las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA), de los que además se están beneficiando mas de 1.600 agricultores de secano, que reciben una ayuda de 208,2 euros/ha en cultivos herbáceos. Así como el proyecto de Ley de Economía Circular, la retirada de todos los depósitos de neumáticos de la región, incluido el de Seseña, tras una tremenda restauración medioambiental, o el Plan de Educación Ambiental para los niños y niñas de la región, que tras años de oscuridad, nos devuelve la ilusión por un mejor futuro de compromiso colectivo en la lucha contra el cambio climático y por la conservación de nuestro patrimonio natural y nuestra biodiversidad.
Muchos objetivos cumplidos, las ilusiones de mucha gente, la que se esfuerza cada día y sabe que está en juego el futuro de su pueblo, de su tierra. A todos ellos les dedico hoy estas palabras. Ellos son Castilla-La Mancha.
Hola quisiera cuando se va ha pagar las primas compensatorias de forestación y las ayudas a la agricultura ecologica. Un saludo
Hola, Ángel. Este viernes 24 de mayo se ingresan en las cuentas las ayudas de forestación de tierras agrícolas (4,2 millones de euros para 1.040 beneficiarios) y las de apicultura (1,4 millones de euros para 260 beneficiarios). Las ayudas de ecológica y pastoreo se pagarán en dos o tres semanas (29 millones de euros para 6.500 agricultores y ganaderos). Un saludo y muchas gracias por seguir el blog
Enhorabuena, Consejero !!!!.
Ilusión no te ha faltado nunca y en estos años la has puesto al servicio de la gente de tu tierra , con creces.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Vicente. Un abrazo muy fuerte
Hola Sr. Consejero
Es justo reconocer las cosas que se hacen bien y desde luego mi agradecimiento por su trabajo y cercanía.
Por otra parte también es importante tener objetivos claros y seguir avanzando.
El tema del cambio generacional en el campo es muy importante y bajo mi punto de vista aun queda mucho hacer, como por ejemplo.
– Conseguir legislar para evitar las exageradas diferencias de precios entre lo que percibe el agricultor y lo que paga el consumidor. Que le de estabilidad al agricultor.
– Seguir ayudando a los jovenes con ganas y preparación a su incorporación a la agricultura. Ya que solo hace falta dar una vuelta por el campo y ver que la agricultura se está jubilando… Por lo que la incorporación debería tener una financiación continuada y no solo cada 2 años, ya que los proyectos nacen a diario…
Un cordial saludo
Alfonso, muchas gracias por tus palabras, que comparto. La mayor apuesta es el relevo generacional. Hemos conseguido que se incorporen 2.660 jóvenes al campo, pero queda mucho por hacer. Seguiremos trabajando en esa dirección. También, en la defensa de la capacidad de negociación de los agricultores en la cadena alimentaria. Un saludo y muchas gracias por seguir el blog
Enhorabuena a todo el equipo conjuntado, dirigido y exhortado al entusiasmo por tu manifiesta y contagiosa vocación, Consejero.
Con otro periodo se podrá consolidar, tal vez, el proyecto, y dirigirlo a aumentar la protección de los riesgos que acechan en los revueltos mares de la economía neoliberal, tan centrada en el corto plazo.
Un afectuoso saludo.
Muchas gracias, Mario. Por tus palabras y por tu apoyo constante. Un saludo
Algunas cosas tiene usted también en el debe, Sr. Consejero.
Le comento dos que conozco de primera mano:
1) La obra de la presa del Castillo de Montizón. Usted echaba balones fuera cuando llegó, diciendo que “era cosa del Gobierno Central de Mariano Rajoy” pero ahora ese gobierno es también del PSOE y no hay avances en una obra muy necesaria para la subsistencia del Campo de Montiel.
2) Al llegar al gobierno, usted redujo las ayudas a la agricultura ecológica en la región a 1/3 en el cereal de los compromisos que suscribió la JJ.CC con los agricultores y a 2/3 en el olivar.
Hay mucho que mejorar
Buenos días, Luis. Muchas gracias por tus comentarios. No olvido la presa del Castillo de Montizon. Estamos en ello con el gobierno central. Espero que podamos avanzar cuando haya gobiernos aquí y allí. Respecto a la agricultura ecológica, como he dicho muchas veces, creo que hicimos lo que debíamos hacer. Estoy convencido de ello, y los resultados hoy, son más agricultores, más superficie y más dinero que nunca y que ninguna región, en la agricultura ecológica. Un saludo y gracias también por seguir el blog
Bueno, Sr Consejero:
Ahora ya tenemos gobiernos (y del mismo partido) Central y Autonómico. Esperemos que eso pueda dar por fin el impulso necesario al inicio de la presa del castillo de Montizón, una obra fundamental para el Campo de Montiel.
Yo siempre le digo a mis paisanos que es la obra más importante, desde que se hizo el castillo, en la época de Jorge Manrique, allá por el S. XV.
No ceje usted en el empeño, por favor
Estimado amigo seguidor del blog, estamos trabajando en este tema desde hace tiempo, organizando la comunidad de regantes y, sobre todo, con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, con la concesión de agua. Espero que podamos tener avances pronto. Un saludo