El agua no espera

Retomo hoy las entradas en el blog y recupero un tema de gran trascendencia en nuestro país, el del agua. Más si cabe, por la sequía coyuntural -con tendencia a ser estructural- que estamos sufriendo desde hace ya casi cuatro años. En tiempos revueltos para la política, con poca ambición para resolver de verdad los problemas, léase la corrupción política o el encaje de Cataluña en España -por poner dos ejemplos muy ilustrativos- el agua podría ser una buena oportunidad para reivindicar el verdadero papel de la política, con mayúsculas.
En un país como el nuestro, muy descentralizado, el agua es de una esas cuestiones que afectan a todas las Administraciones y, sin embargo, su gestión es competencia estatal, a pesar de que las cuencas discurren por más de una región, lo que es habitual en las más importantes. No hay nada como el agua que incumba más a las Comunidades Autónomas, que son las que deciden y gestionan asuntos tan importantes como: el territorio, el medio ambiente, el desarrollo rural y la agricultura, por citar, quizá, los ejemplos más contundentes, que no pueden entenderse sin el agua.
Quiero reivindicar, pues, la posibilidad de que todas las Administraciones y todos los partidos políticos nos sentemos en la mesa de diálogo para planificar la gestión, el reparto y el uso del agua en España. Creo que es lo que debemos hacer, lo que nos demandan los ciudadanos, nuestro deber en estos momentos. Para ello, tienen que tenderse puentes desde el Gobierno central. Es el que debe dar el paso y la aritmética parlamentaria, además, lo aconseja. Y debe empezar a hablarse con mentalidades abiertas, con capacidad de negociación y cintura política; solo así es posible alcanzar acuerdos serios y duraderos en el tiempo, en un país como el nuestro.
Sin duda, uno de los hechos que más nos recuerdan que es necesario afrontar esta tarea pendiente, es la sequía extrema que estamos sufriendo y que afecta, a diferencia de anteriores episodios acaecidos en las últimas décadas, a la práctica totalidad del territorio. Es en estos momentos, cuanto más evidente se hace la necesidad de haber planificado con anterioridad, y de haberlo hecho contando con todas las Comunidades Autónomas.
Quiero referirme, expresamente, a las cuestiones medioambientales relacionadas con el agua. Han de ser parte importante de la planificación. La regulación y garantía de los caudales ecológicos de nuestros ríos en todo su cauce, en las cuentas alta, media y baja, es una cuestión primordial.
Lo sabemos bien en Castilla-La Mancha, cada vez que el Tajo se colapsa a su paso por Toledo o Talavera de la Reina, debido a su falta de agua. En realidad, son afecciones de la sequía, del estado de la cabecera del río -en estos momentos, los embalses de Entrepeñas y Buendía rozan el 10 % de su capacidad, con una disminución de agua embalsada respecto a 2013, de un 66,4 %- y de los trasvases que, contrariamente a lo que debería ser una razonable planificación, se han aprobado de manera rutinaria, uno al mes, durante dos años seguidos y que, lógicamente, también influyen en el agua embalsada en los embalses de la cabecera.
Conviene recordar que en la demarcación hidrográfica del Tajo se ubican, total o parcialmente, 49 Espacios de la Red Natura 2000, de los que 41 de ellos presentan valores naturales relevantes estrechamente relacionados con los recursos hídricos de la cuenca o cuyos recursos hídricos constituyen un elemento importante para la conservación del espacio. La revisión del Plan hidrológico del Tajo tiene, en este sentido, muchas carencias. Entre otras, no recoger caudales ecológicos suficientes para mantener en buen estado de conservación los hábitats o especies presentes en los espacios de la Red Natura 2000.
Teniendo en cuenta el papel necesariamente vigilante de la Comisión Europea (CE), en el cumplimiento de la Normativa medioambiental y los espacios protegidos, la semana pasada trasladé al director general de Medio Ambiente de la CE, el estudio técnico elaborado por la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, en el que se pone de manifiesto la afección directa del Acueducto o Trasvase Tajo-Segura (ATS) sobre estos hábitats. Un problema derivado, principalmente, de la falta de establecimiento de caudales ecológicos en el eje del río y que suponen impactos como la pérdida de superficie ocupada por la ribera, deterioro de hábitat de interés comunitario, perdida de biodiversidad vegetal y animal o salinizacion de los suelos, entre otros.
Es solo un ejemplo de lo que les sucede a nuestros ríos si no planificamos bien, sobre todo, en épocas de sequía. Y el mantenimiento de los caudales ecológicos debe ser compatible con el desarrollo económico vinculado al agua -agricultura, fundamentalmente, pero también industria y servicios- en toda la cuenca de nuestros ríos.
Es momento, sin duda, de utilizar todas las infraestructuras a nuestra disposición para garantizar el consumo humano en todo el país, ¡qué mejor ejemplo de política imprescindible que la que garantiza el acceso al bien más preciado, el agua, para todos los españoles! En el Levante, con las desaladoras, los pozos de sequía -allí donde se vaya a consumir el agua, lógicamente- y, si es necesario y posible porque haya disponibilidad de agua el trasvase Tajo-Segura. Pero también garantizando el acceso al agua en el resto del país, en el medio rural, en los pueblos de la cabecera del Tajo y en aquellos que ven pasar el agua por el acueducto que la lleva a la cuenca del Segura. En todos los lugares, no solo donde hay más población o más votos.
El medio rural, nuestros pueblos, se merece -se merecen- que se les tenga en cuenta. Que el agua, su planificación -o su falta de ella, que sería peor- no obligue a sus habitantes a emigrar, como ya sucedió en tiempos ya pasados, pero vivos en la memoria.
Sin ánimo de ser exhaustivo, siempre al hablar de agua, quiero acordarme de los agricultores, de los que garantizan que disfrutemos de la mayor seguridad alimentaria del mundo, preservan el territorio y el medio ambiente y contribuyen al desarrollo económico del medio rural -en Castilla-La Mancha la agricultura y la industria agroalimentaria representan el 14 % del PIB-. La sequía se ha dejado notar este año en sus cosechas. Precisamente, ahora en Castilla-La Mancha esperamos una vendimia un 20 % mas corta que el año anterior, como consecuencia de las escasas precipitaciones.
Es de sobra conocido que el regadío multiplica la rentabilidad de las explotaciones -una hectárea de regadío genera, de media, cuatro veces el valor añadido bruto de una de secano- y es imprescindible para el futuro de la agricultura en Castilla-La Mancha y, en realidad, en todas las regiones. Siendo imprescindible y -este otoño en Castilla-La Mancha publicaremos la convocatoria regional dotada con 31,1 millones de euros para ayudas a las comunidades de regantes que hagan inversiones, principalmente de modernización-no basta con invertir en modernización y uso eficiente del agua .
Es necesario ofrecer soluciones a los profesionales -por ejemplo, regularizando los pozos de las explotaciones prioritarias en la cuenca alta del Guadiana que llevan desde 2011 esperando que la Administración central cumpla su compromiso- y se garantice el acceso al agua a los jóvenes que se incorporen a la agricultura. Son ellos, los que van a generar riqueza y empleo, invirtiendo e innovando en nuestra agricultura y en nuestros pueblos.
El agua es una cuestión inaplazable, una asignatura pendiente desde hace 40 años, que no puede esperar. No nos podemos permitir el lujo de seguir aplazando este debate sin dar soluciones a los ciudadanos. El agua, no debe ser un problema, debe ser la solución para generar riqueza y redistribuirla.
Espero que la política, los políticos, estemos a la altura de la magnitud de la cuestión y demos -aquí sí- un buen ejemplo de cómo deben hacerse las cosas. Ese, creo, es el deseo de todos.
Buenos días, sigo su blog de vez en cuando y me gusta el impetu y preocupación que sientes por el campo y los agricultores.
Yo soy uno de los jovenes que voy a ingresar como joven agricultor, y veo que en el futuro seremos una pieza clave en los distintos pueblos, puesto que ahora cualquier pueblo manchego tiene casi como principal asentamiento de poblacion y economia la agricultura, y a partir de ahi se construyen los demas sectores del sector servicios e industria, con dinero de la agricultura o vendiendo a agricultores cosas.
Todos los jovenes somos conscientes de que sin agua es dificil sobrevivir. En los pueblos quien mas y quien menos tiene alguna viña de regadio, las cuales si fueran de secano no les daria para vivir, como he observado le ha pasado a alguna familia, cuyos hijos se han tenido que buscar la vida fuera, porque sus viñas de secano no les han dado para que el pudiera trabajarlas y quedarse en el pueblo. Somos muchos tambien los que apenas tenemos un par o 3 de viñas en regadío,de tamaño mediano y pequeño, y que pilló por sorpresa la prohibición de hacer mas pozos y no se puede solicitar ya nada. Encima somos muchos a los que se nos ha secado algun pozo o sacamos bastante menos agua, y tenemos algun pozo tambien que por poner en los papeles tambien a algun familiar lindero nos ilegalizaron el pozo y no podemos regar.
Este año es cuando mas necesitamos el agua,y nos damos cuenta de que no podemos optar a ella.
Quisiera pedirle una propuesta, puesto que usted dijo en los medios que debian llevar prioridad los jovenes en los regadios e incentivarlos de alguna manera, pues la idea seria que a cada joven que se incorpore nos asignen 7.000 m3, y los pudieramos repartir entre varias viñas o frutos secos, regando con 1000 m3 cada hectarea, para asi poder poner de regadio las que mas necesitan agua, las que tienen terreno malo para secano, o simplemente alguna viña que tengamos un pedazo grande y viniera genial regarla. Con esta medida, que no seria para nada una locura en cuanto a incrementar el gasto de agua de la confederacion, puesto que somos 2000 jovenes que nos incorporamos, mas otros que se van a incorporar, obtendriamos con seguridad, un buen futuro, y no dependeriamos tanto del clima, que esta cada vez mas seco. En otras palabras seria la clave para poder funcionar y seguir, y ademas aportariamos mucho mas dinero en impuestos a las arcas.
De verdad que le estariamos agradecidos y seria algo buenisimo para los jovenes agricultores y para el futuro de la región, y con los regadios paliariamos los años malos de secano.
Espero que tenga en cuenta estas palabras
Muchas gracias y Saludos
Hola, Antonio. Comparto tus reflexiones. Las tendré in mente, aunque la cuestión de las dotaciones de agua y las concesiones es competencia de las Confederaciones Hidrográficas. En todo caso, sabes que estamos trabajando con ellos, para que la agricultura pueda ser rentable. Muchas gracias por seguir en blog. Un saludo
Como siempre oportunos comentarios de Paco sobre un tema de innegable actualidad , auténtico problema de ESTADO con mayúsculas .
Un buen laboratorio para tratar de coordinar desde el ESTADO las necesarias políticas públicas de gestión de un recurso limitado.