La vendimia se acerca al final

Analizábamos en detalle el inicio de la vendimia a finales del mes pasado, deteniéndonos en la nueva norma de comercialización propuesta por el Ministerio de Agricultura, el comienzo de la andadura de la Interprofesional del vino y las expectativas de una vendimia, que se antojaba «normal», allá por finales de agosto.
Un mes después, y con la vendimia ya finalizando en la mayor parte de las zonas vitivinícolas del país, conviene hacer un análisis de la situación en la que se encuentra el sector y de los acontecimientos que han acaecido las últimas semanas.
Quizá el elemento que ha marcado la vendimia de este año ha sido la puesta en marcha de la norma de comercialización para la campaña 2013-2014, anunciada en julio -y analizada en este blog en:
https://ruralsiglo21.wordpress.com/2014/08/28/una-vendimia-diferente/-,
y que, sorprendentemente, se publicó en el BOE el 13 de septiembre (https://www.boe.es/boe/dias/2014/09/13/pdfs/BOE-A-2014-9336.pdf
….con la vendimia de la campaña siguiente, 2014-2015, ya en marcha…
Recordemos que la norma se aprobó con acuerdo de todo el sector -excepto UPA- para hacer frente a la producción de la campaña pasada. Consistía en sacar del mercado hasta 4 millones de hectólitros de vino sin indicación geográfica, que pasarían al mercado del alcohol de uso industrial o energético. En teoría, afectaba, a las Comunidades Autónomas con una producción en la campaña 2013-2014, un 50% superior a la media de las ultimas cuatro campañas, y a bodegas con rendimiento como mínimo superior a 80 Hl/ha.
La norma, aplicada tarde -no tiene sentido, aplicar una norma de campaña en septiembre; lo lógico, teniendo en cuenta la previsión de una gran cosecha, conocida por las administraciones y el sector en septiembre de 2013; es que la norma se hubiera publicado al inicio de la campaña-, mal -en el Real Decreto, no se define el rendimiento mínimo para obligar a las bodegas a destilar -sólo se especifica que por encima de 80 Hl/ha, pero el rendimiento exacto y el vino a destilar se vinculaban a las existencias a 31 de julio- y nunca -después de anunciarlo en julio y del hundimiento de precios ya comentado en el post referido anteriormente, la norma de publica en septiembre, cuando ya se conocen las existencias a 31 de julio (?), y, después de una reunión con el sector este lunes, se decide no aplicarla…..-.
A pesar de que, según los datos oficiales, las existencias de vino y mosto en Castilla-La Mancha -en realidad, la única Comunidad Autónoma afectada- a 31 de julio de 2014 ascendían a 13,5 millones de hectólitros, frente a 7,9 millones de hectólitros en la misma fecha de 2013 (lo que supone un incremento del 71%), la norma no se va a aplicar, porque, según datos del Ministerio, sólo 800.000 hectólitros se encuentran en Comunidades Autónomas y bodegas que cumplen los requisitos citados anteriormente. En fin, que para este viaje no hacían falta estas alforjas…
En lo que respecta a la vendimia propiamente dicha, las idas y venidas con la norma de comercialización, han tenido su efecto directo -como era de esperar- en los precios de la uva, significativamente más bajos que en las últimas campañas….Valgan como ejemplo las 3,20 pts/kilogrado de la tinta DO Valdepeñas, o las 2 pts/kilogrado del airen DO Mancha.
Por otra parte, en cuanto a la producción, se esperan alrededor de 44 millones de hectólitros, unos 23 o 24 en Castilla-La Mancha. Estas cifras son siempre previsiones, pero ponen de manifiesto, por un lado, una reducción importante respecto a la campaña pasada, y por otro, la aparente consolidación de vendimias por encima de los 40 millones de hectólitros. La calidad de la uva, eso sí, es muy buena (muy superior a la de la campaña pasada), lo que ayudará a la comercialización.
Así pues, una vez acabada la vendimia, se presentará una dura campaña para comercializar los vinos. Para poder hacerlo en condiciones, es preciso que se conozcan las reglas de juego -posibles normas de comercialización por ejemplo- desde el inicio de campaña. También será necesario que la Interprofesional inicie sus trabajos con fuerza. Por un lado la planificación de la campañas y los contratos tipo -cuestión realmente urgente-, y por otra, la promoción del consumo responsable de vino -que permita incrementar los actuales 9 millones de hectólitros que representa el consumo interior-.
En fin, mucha, y apasionante, tarea por delante….
Creo como el autor del artículo, que la forma en la que se ha gestado la norma de comercialización publicada en el R.D. 774/2014, no ha sido muy ortodoxa, en realidad ha sido bastante heterodoxa desde el principio. Ya en la convocatoria del sector por el Ministerio de Agricultura el día 7 de julio se plantean, con intención de conseguir acuerdo «in situ», alternativas que no contemplaba el único punto del Orden del Día de esta convocatoria, que era el análisis de la inmovilización voluntaria de vino. Es en esta reunión donde se habla de la posibilidad de la «celebre» destilación y se aplaza hasta la del día 9 donde se llega al acuerdo.
Pero dicho lo anterior, el proceso ha valido, y bien, para el ministerio ya que ha conseguido tres objetivos:
1º) Sentar al sector para hablar de la situación creada por los excedentes y conducirlo hasta un acuerdo
2º) Dejar absolutamente claro que no hay, ni habrá, fondos nacionales para resolver o paliar los excesos del sector.
3º) Conseguir al fin dar el impulso necesario para la constitución de la Interprofesional del Vino.
No es poco desde el punto de vista político lo conseguido, porque desde la norma, nunca hubo intención de que se llevase a cabo esta destilación ya que el volumen máximo que podía verse afectado era de 0.8 M. de Hls. (20% del como máximo planteado) y por tanto de nula eficacia para conseguir el fin perseguido y el régimen sancionador aplicable a aquel productor que no cumpliera con la entrega del vino a la destilación, sería el indicado en la Ley 24/2003 de la viña y el vino, que en el punto j del Art. 38 lo calificaría como «falta leve» y cuya sanción puede ser desde apercibimiento hasta una multa de 2.000 euros o como máximo hasta el 5% del valor de la mercancía, que en este caso se supondría CERO.
Claro, no….
No se entienden los acuerdos alcanzados por el Ministerio y algunas organizaciones en visperas de las vendimias en relación al producto en existencias y los precios, salvo que haya una alianza con una parte del sector vinícola como es el comercial. Adoptar un acuerdo como el que se adoptó únicamente ha desembocado en unos precios bajos para el vino en el interior y unos precios de ruina en la exportación; ahora a ver quien levanta el precio de los vinos exportados y la imagen que damos con unos dientes de sierra impresionantes en los precios del producto exportado, ¿esto es serio?.
Solo dos puntualizaciones. Si nos referimos al acuerdo alcanzado el 9 de julio en el Ministerio de Agricultura y «algunas organizaciones», solo matizar que «algunas» fueron la mayoría, prácticamente todas las representantes del sector (por sindicatos agrarios; Asaja, y Coag; por Cooperativas la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias y por el sector industrial: FEV, Adevin, Aduavi, Aenzu). Se manifestaron en contra de la medida, por sindicatos agrarios UPA, y por sector industrial AEVIN (Vinagres) Asociación de Empresarios de Vinos de España.
Dejemos tópicos típicos, de la misma forma que el precio de los vinos los llevaron a cifras impensablemente altas en los tres años anteriores la escasísima oferta, en la pasada campaña los excedentes de España e Italia fueron los responsables de su caída.
Reblogueó esto en ITEAF & ASESORES AGRÍCOLAS.