¿Cómo va la programación de desarrollo rural?

Toca hoy hablar, una vez más, de desarrollo rural. Pero lo haremos, en esta ocasión, desde una perspectiva más amplía, poniendo el acento en los pasos que hay que dar para poner en marcha la programación 2014-2020.
A estas alturas, el Ministerio de Agricultura y las Comunidades Autónomas deberían estar a punto de cerrar el acuerdo sobre la aplicación de la PAC en España para 2014-2020, según el compromiso que adquirieron antes de verano. Y en ese acuerdo debe ir todo lo que tiene que ver con la programación de desarrollo rural.
Como ya hemos comentado en ocasiones anteriores en este blog, la nueva normativa comunitaria de desarrollo rural va a permitir que coexistan un programas nacional y programas regionales, lo que viene a responder a una reclamación que podríamos calificar de histórica por parte de España, y ha de ayudar a la eficacia de los distintos programas y medidas.
Por otra parte, la programación, a grandes rasgos, se apoya en seis prioridades:
Una vez puestas «las cartas sobre la mesa», y sin entrar en detalle en la espinosa cuestión del reparto de fondos (que precisa también de un acuerdo entre Ministerio y Comunidades Autónomas, que, en principio, si es que se aplica el mismo criterio que para el primer pilar de la PAC -lo que parece razonable-, debería variar poco del reparto que se hizo en el período 2007-2013), analizamos algunas las cuestiones más relevantes a nivel español.
La primera de ellas, podría ser la necesidad de proceder con premura. Aunque todavía no esté publicado el Reglamento base (y, consecuentemente, tampoco el de aplicación), el tiempo se está echando encima y puede que la programación no esté lista, no ya para 2014, sino incluso para 2015, con lo que esto puede significar, teniendo en cuenta la situación de crisis económica y las necesidades del medio rural.
Se entiende que a nivel nacional se está trabajando ya en el Acuerdo de Asociación (coordinado por el Ministerio de Hacienda y que debe garantizar la coherencia y compatibilidad entre fondos y objetivos), el Marco Nacional (básico para poder disponer de un cuadro financiero global que incluya los de todos los programas, y permita, en caso de que existan dificultades en alguno de ellos, trasvasar los fondos no utilizados a otros, evitándose la temible pérdida de fondos FEADER para España) y el Programa Nacional de Desarrollo Rural.
Este último debería incluir pocas líneas, muy potentes, y que abarquen el ámbito de más de una Comunidad Autónoma (respetando el marco competencial). En este punto, conviene poner encima de la mesa la vieja reivindicación de las cooperativas para que sus proyectos de inversión en territorios de más de una Comunidad Autónoma puedan tener cabida en la programación de desarrollo rural. No se puede dejar pasar la oportunidad de incluir una línea en apoyo de estos proyectos en el Programa Nacional.
Y a nivel autonómico, deberían estar ya elaborándose los programas correspondientes, al menos la parte correspondiente a la evaluación previa.
Podríamos decir que el tiempo es oro.
No obstante, no parece que se esté avanzando rápido, lo que se puso de manifiesto en la jornada organizada por la Red Española de Desarrollo Rural, el pasado día 29 de octubre en Madrid. Los representantes de las Redes informaron del estado de situación en sus respectivos territorios, exponiendo que, en la mayor parte de los casos, todavía no se les ha llamado para hablar del nuevo Programa de Desarrollo Rural….y, guste o no, esto es obligatorio.
¿Puede esto significar que no se ha empezado a trabajar de verdad en la programación ni en el Ministerio (o Ministerios si incluimos a Hacienda, responsable del Contrato o Acuerdo de Asociación) ni en las Comunidades Autónomas?, o; ¿Es que se está trabajando, pero sin hacerlo en cooperación con los agentes implicados?
Rotundamente. No puede hablarse de programación sin poner en práctica, de forma amplia el concepto de democracia participativa, al menos de negociación y colaboración con las entidades representativas del medio rural: Redes, Organizaciones profesionales agrarias, organizaciones ecologistas, etc.
Merece la pena traer aquí el ejemplo de Francia, país en el que desde hace un año existe un partenariado de 70 entidades (http://www.partenariat20142020.fr/) que ha venido trabajando, con gran transparencia, en un acuerdo de asociación con un calendario preciso (http://www.partenariat20142020.fr/concertation-modeemploi5.pdf) que finaliza este mes de noviembre, momento en el que el documento final se enviará a la Comisión Europea.
Tomemos nota. Y tengamos en cuenta la obligatoria concertación, no sólo porque lo dice el Reglamento, si no porque el resultado final será, sin duda, más satisfactorio.
Ah, y démonos prisa. El medio rural espera….
Hablamos de planificar cuando se está en otras cosas ¿Es posible que un político se asombre de que acuerdos tomados los cambien otros políticos? Si la media de ciudadanía española ya no se fía de la clase política, pensar en la confianza entre ellos es ya un imposible 😉 Lo que no esté en Reglamento/Orden etc. o quede escrito, es aire… negociaron Ministerio, Consejerías y organizaciones agrarias. Deberían habernos tenido un poco más en cuenta aunque seamos sólo un 5%, que se quiere ser luego muy participativo http://www.diariodesevilla.es/article/agrandalucia/1649652/la/pac/tambien/hay/dar/mas/menos/tiene.html?goback=%2Egmp_3943516%2Egde_3943516_member_5808560162893496320#%21 leed con atención la parte que habla de desarrollo rural…en fin!
Muchas gracias, MDB por tu incorporación al debate. Gracias también a Cesar por sus comentarios. Me gustaría dejar un par de reflexiones al respecto. Creo que no es bueno generalizar al extremo, y estoy seguro de que en algunos territorios se contará con los agentes del desarrollo rural (y con los agrarios, también necesarios y, creo, que, en muchas ocasiones, tampoco tenidos en cuenta a la hora de definir las políticas rurales). A ello animamos a las Administraciones desde este blog.
Efectivamente, España no se caracteriza por su planificación de las diferentes políticas. Habrá que ir poniéndose las pilas para que la programación pueda estar en marcha lo antes posible. Por lo pronto, estamos viendo que, a menos de un mes de que empiece el 2014, no se sabe nada de cómo se va a financiar (reparto entre programas del FEADER) y cofinanciar (aportación de fondos nacionales) la nueva programación de desarrollo rural. Podemos verlo en: http://www.agrodigital.com/PlArtStd.asp?CodArt=93188
En fin…
Paco, ¿te imaginas que pasaría si esperasemos a verano para presentar el marco nacional? ¿te imaginas que los programas no se presentan hasta final de 2014 y que no se aprueban hasta el verano de 2015? ¿te imaginas que hasta ese verano no se empieza con la definición de estrategias locales? ¿te imaginas que en ese mismo verano empezamos con la EIP versión nacional?
Gracias, Ricardo, por tu participación. La verdad es que, a estas alturas, nada es descabellado y podría darse la circunstancia de que los programas se aprobaran en 2015. ES necesario apretar el acelerador para evitar que esto suceda y que la programación esté en marcha, al menos, a primeros de 2015. Y, para que esto sea posible, y no haya problemas con la Comisión Europea -rechazo de documentos y/o retrasos-, hay que contar activamente, en la elaboración de la programación, con los interlocutores del medio rural.
Estoy con Ricardo, pero yo no me imagino ese escenario, estoy convencido de ello, por varias razones. 1º, porque nuestras Administraciones, nacional y autonómicas, adolecen de una falta de planificación aplastante, toda vez que para sus dirigentes políticos su horizonte no es 2.020, sino las elecciones de 2015. 2º, porque la tónica de todos estos años ha sido empezar a trabajar deprisa y corriento, una vez se han publicado hasta el último Reglamento, lo que me produce una profunda tristeza, y enfado, al conocer lo que dices se está haciendo en Francia y lo que expuso el colega portugués hace 15 días en San Fernando. y 3º, porque así, con las prisas, los programas, absolutamente administrativizados, se harán en las Consejerias y, como no dará tiempo a más, simple y rápidamente se «someterá a consulta», con lo que los dirigistas salvarán la cara ante la Comisión, en la inopia, y ante el Ministerio, mirando para otro lado, por la «obligada participación», como si «consultar» equivaliera a «dar participación», y la población rural será expoliada, una vez mas, de su derecho a diseñar, ejecutar y protagonizar, autónoma y responsablemente su propio desarrollo. Paco, siguiendo la literalidad de tu última frase, es evidente que cuanto mas se retrase el trabajo y los plazos sean mas cortos, mas dificil será «contar activamente, en la elaboración de la programación, con los interlocutores del medio rural» y en esta tesitura la pregunta es pertinente ¿qui prodest?