Una PAC disruptiva…sin dinero

La presentación, el pasado día 16 de julio, de las propuestas de la Comisión Europea para el nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) de la Unión Europea (UE), lo que en la práctica podemos considerar el presupuesto comunitario, y la Política Agraria Común (PAC), para el período 2028-2034, significa el punto de partida de unas negociaciones que se prevén arduas y prolongadas en el tiempo.

Podemos decir que se trata de un cambio importante de planteamiento de la Comisión que, por primera vez en mucho tiempo, realiza propuestas que, de alguna forma, parten desde cero, sin continuidad entre períodos presupuestarios y de programación política, en la UE.

En cuanto al MFP, la comisión propone un gasto global de 1,8 billones de euros, el 1,26% de la Renta Nacional Bruta (RNB) de la UE, lo que supone un incremento respecto al periodo actual, 1,2 billones de euros, un 1,13% de la RNB.

Sin embargo, este incremento tiene truco, ya que en el período 2021-2027 se incorporaron, excepcionalmente, 800.000 millones de euros para la recuperación tras la pandemia del COVID (Fondos NextGeneration), por lo que los fondos reales durante este período son incluso superiores a los propuestos por la Comisión para 2028-2034. Por otra parte, además, un pedazo importante de la futura tarta -alrededor de 0,11 puntos de los 1,26 de la RNB prevista para el MFP-, se dedicarán a devolver los eurobonos y los intereses que sirvieron para movilizar los Fondos Next Generation.

En una primera aproximación, una de las novedades más importantes es que cada Estado Miembro recibirá una especie de “sobre-macrofondo”, en el que se incluirán los fondos estructurales, de cohesión, la PAC, la política pesquera común, y la política de seguridad y defensa.

A falta de conocer mejor el detalle, la PAC contaría, en el sobre nacional mencionado, con un mínimo de 300.000 millones de euros para 2028-2034 para toda la UE, frente a los 387.000 millones de euros de los que dispone ahora, una reducción del 22%, lo que supondría un verdadero mazazo para esta política.

El planteamiento de la Comisión consiste, además, en un cambio radical de modelo en la gestión de los fondos, y en la determinación de las prioridades políticas.

En lo que respecta a nuevo macrofondo, los Estados Miembros (EEMM), en colaboración con la Comisión Europea, deberán elaborar Planes de Cooperación o partenariado Nacionales -uno en cada país-, con la colaboración de las administraciones regionales y otras administraciones públicas, organizaciones representativas de los ámbitos económico y social, y centros de investigación, ente otros, creándose un partenariado nacional para la elaboración y gestión de este nuevo fondo, que englobará las políticas comunes mencionadas.

Los objetivos principales que la Comisión Europea pretende alcanzar con este nuevo fondo son: mejorar la gestión de los recursos, aumentando la flexibilidad y las sinergias para impulsar la economía, la cohesión social y territorial, la competitividad, el desarrollo sostenible y la seguridad de la Unión Europea (UE). 

Se establece una especie de condicionalidad horizontal para que la Comisión Europea libere los recursos a los EEMM, en línea con el funcionamiento de los fondos NextGeneration, para la recuperación y la resiliencia de la UE tras la pandemia del coronavirus. Está condicionalidad horizontal se apoyará en el cumplimiento de lo que podríamos denominar acervo comunitario: el respeto a los derechos, libertades y principios del capítulo de derechos fundamentales de la UE.

La PAC queda incluida en este nuevo Fondo y, en principio, contará, como se ha mencionado, con una asignación mínima de 300.000 millones de euros. Aunque todavía queda por delante una compleja negociación, está por ver si la reducción respecto al actual periodo se compensa de alguna forma con el incremento de las cofinanciaciones de algunas de las intervenciones mencionadas -lo que, en todo caso, generará asimetrías y hará de la PAC, una política menos común y más desigual-.  

Munera (Albacete), julio 2025

La propuesta de Reglamento de este nuevo fondo -y también la del reglamento de la nueva PAC- incluye las intervenciones de la nueva PAC (desaparecen el primer y el segundo pilar y los fondos FEAGA y FEADER), entre las que destacan:

  • Ayuda degresiva por hectárea -que “sustituiría” a la actual ayuda a la renta para la sostenibilidad
  • Ayudas acopladas
  • Ayuda específica al algodón
  • Pago para pequeños agricultores
  • Pagos para limitaciones ambientales
  • Apoyo para desventajas derivadas del cumplimiento de requisitos obligatorios
  • Acciones climáticas y agroambientales
  • Apoyos para la participación en herramientas de gestión de riesgos
  • Inversiones en explotaciones
  • Establecimiento de jóvenes y nuevos agricultores
  • Servicios de apoyo para la conciliación de los agricultores
  • LEADER
  • Apoyo a la cooperación e el conocimiento y la innovación

La Comisión asume la obligación de adoptar una guía de recomendaciones para la aplicación de la PAC en cada Estado Miembro, basadas en alcanzar unos ingresos justos para los agricultores y ganaderos, mejorar el atractivo del sector para facilitar el relevo generacional, cuestiones ambientales relacionadas con la actividad agraria, mejorar la adaptación del sector ante crisis y riesgos y acelerar la digitalización y la innovación del sector.

La ayuda más importante, piedra angular de la nueva PAC, será la ayuda degresiva por hectárea, que podrá ser diferente según tipología de agricultores o territorios, debiendo dirigirse a los que más necesiten las ayudas, con especial atención a jóvenes, nuevos agricultores, mujeres, explotaciones familiares o pequeñas, o en zonas con limitaciones naturales. La propuesta establece una degresividad muy exigente, a partir de 20.000 euros de ayuda (reducción del 25% de las ayudas entre 20.000 y 50.000 euros, reducción del 50% entre 50.000 y 75.000 euros, y del 75% entre 75.000 y 100.000 euros), con un techo de 100.000 euros por explotación. Una cuestión muy relevante -quizá la cuestión más disruptiva de la propuesta-, es que para 2032, los agricultores con edad superior a la de jubilación no podrán recibir esta ayuda.

Esta ayuda, junto con la de los pagos acoplados y la ayuda especifica al algodón no contarán con cofinanciación -el resto, la mayor parte de las intervenciones equiparables a las financiadas actualmente por FEADER, más el pago para pequeños agricultores, serían cofinanciadas-.

Otra novedad importante sería el pago a los pequeños agricultores, que podrían recibir anualmente un máximo de 3.000 euros, dentro de un régimen de pequeños agricultores.

A partir de ahora se abre un período de análisis y negociación, a nivel político y técnico, para ir definiendo el presupuesto y la PAC para el período 2028-2034. Ya tenemos el primer documento, la Comisión Europea ha trazado el camino por el que deben transitar las negociaciones, y, dentro de éste, seguro que hay curvas, recodos y algún que otro cambio de dirección.

Algunas luces, y muchas sombras en el horizonte, principalmente por la reducción drástica de fondos.

Veremos en que queda.

Comments
One Response to “Una PAC disruptiva…sin dinero”
  1. Avatar de Maxime Orhon Maxime Orhon dice:

    Gracias por este artículo.

    Es una propuesta positiva lo de la degresividad obligatoria y exigente, pero por otro lado, es preocupante que desaparezca el pago redistributivo en la propuesta.

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