Agua: soluciones, no problemas

Venimos de días complicados. Una vez más parece que el agua no da soluciones y sí problemas. Sin embargo, yo quiero hoy, en esta pequeña reflexión, darle la vuelta a este razonamiento y corregir esa realidad. Ese es mi modesto -o ambicioso, según se mire- objetivo.
El Ministerio para la Transición Ecológica, acaba de aprobar un nuevo trasvase de agua de los embalses de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo, al Segura. Es el correspondiente al mes de agosto y supondrán 20 hectómetros cúbicos de agua, que se destinarán a regadíos y a consumo humano en el Levante español.
Los embalses están en un nivel crítico, como lo están casi siempre, desde que en los años 70 empezó a funcionar esta infraestructura planificada durante la dictadura franquista. Eran tiempos distintos. Entonces, no se consultaba a nadie -y menos a los más desfavorecidos -en esta acepción, no solo aquellos con menos recursos, sino también «aquellos en tierra de nadie, en pueblos abandonados secularmente por el poder», como detalla Sergio del Molino, en su ensayo, La España Vacía, para los cuales nunca trabajan las dictaduras. Por supuesto, no existían las Comunidades Autónomas claves en la Constitución Española y que han igualado en la acepción más progresista de este término, esencial en las democracias avanzadas. No solo a los diferentes territorios, sino sobre todo, al conjunto de los ciudadanos.
Las decisiones no se sometían al escrutinio electoral, no había que justificarlas y respondían casi siempre a intereses no democráticos. Así era en todos los casos -recordemos que España era una dictadura-, no solo con la construcción de una infraestructura como el trasvase Tajo-Segura.
Finalmente, y por no ser en exceso exhaustivo en esta reflexión que tiene la urgencia de la actualidad, nada tienen que ver las realidades climática y agronómica de hoy con la España de entonces. Recuerden aquello del Levante y el sureste español como «la huerta de Europa» y compárenlo con la España de ahora, cuando es posible alcanzar rendimientos iguales o mayores a los del Levante en el interior de la península. En ambos casos -diferencias temporales y territoriales-, el elemento limitante -el único en la práctica- es el agua.
Vaya por delante, en este punto, mi respeto -y comprensión- sobre las reivindicaciones de los gobernantes y regantes del Levante y mi deseo de no generar batallas regionales entre unos y otros sino cooperación y diálogo, pero: hoy, esta infraestructura no se hubiera construido. Por cuatro razones fundamentales:
Primero, porque vivimos en una democracia y hay que responder ante los ciudadanos de las decisiones políticas y del uso eficiente de los recursos públicos.
Segundo, porque hay Comunidades Autónomas que defienden el interés, legítimamente, de cada territorio, y con las cuales hay que contar en la toma de decisiones. En este sentido, es difícil imaginar a Castilla-La Mancha defendiendo una obra de estas características, a menos que formara parte de una verdadera planificación hidrológica basada en trasvases entre cuencas en nuestro país, que hoy nadie defiende.
Tercero, porque España forma parte de la Unión Europea y tiene que cumplir la Directiva Marco del Agua, -¿la estamos cumpliendo?- que dictamina claramente la «prioridad de la cuenca cedente» y la garantía de «caudales ecológicos» mínimos en las diferentes cuencas, por citar dos aspectos clave.
Y, finalmente, porque es posible alcanzar producciones similares -o superiores- en zonas más cercanas a allí donde se encuentra el agua.
El caso es que la obra está hecha y puede utilizarse -con escasa eficiencia hídrica debido a las pérdidas de agua en su recorrido- y también con poca eficiencia económica como puede deducirse de algunos de los razonamientos aquí ya mencionados. También lo están las desaladoras construidas durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que, aunque no al 100 % de su capacidad en muchos casos, suponen ya un aporte importantísimo de agua al Levante que, con las tecnologías actuales y la escasa distancia al lugar de consumo, son claramente más eficientes que el trasvase.
Nadie nos puede dar lecciones de solidaridad
Existe consenso en garantizar el consumo humano. Es el principio básico de la solidaridad en materia de agua en nuestro país y nadie lo cuestiona. Desde Castilla-La Mancha lo tenemos muy claro. Llevamos décadas siendo solidarios y nunca se ha cuestionado el trasvase de agua para garantizar el consumo de boca.
Ahora bien, cuando hablamos de agua para regadío, la defensa de los intereses de los agricultores de nuestra región nos obliga a pedir que ese agua se pueda utilizar aquí. Es siempre bueno recordar que en el Alto Tajo, en la provincia de Guadalajara, solo el 6% de la superficie agrícola útil -SAU- se riega, el 13% en Castilla-La Mancha; frente al 40% en el Levante. Si el agua se quedara en Castilla-La Mancha su uso seria más eficiente -rendimientos similares y menos distancia del lugar donde se genera-. Y también es nuestra obligación -y la del Ministerio para la Transición Ecológica y la Comisón Europea- garantizar el cumplimiento de la Directiva Marco ya mencionada, y de la protección del medio ambiente.
El sentido común
Un elemento que debemos siempre considerar al tomar decisiones políticas -la planificación hidrológica o la política de trasvases lo son -aunque deban apoyarse en criterios técnicos independientes- es también el sentido común.
Respondamos a algunas preguntas. ¿Es más lógico que el agua se utilice para generar desarrollo económico, cerca o lejos de donde se origina? ¿Es prioritario garantizar los mínimos en cuanto a caudales ecológicos o medio ambiente en la cuenca donde está el agua, o trasladarla a otro lugar para, cuando no se constatan esos mínimos en la cuenca cedente, utilizarla para regar? ¿Es lógico que la región de la que procede el agua no participe en la toma decisiones -ni los regantes de la misma- y sí lo hagan los usuarios de la cuenca receptora? ¿Puede entenderse que al mismo tiempo que se aprueba un trasvase, municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía se abastezcan con camiones cisterna? Son solo algunas preguntas. Al lector dejo las respuestas.
Y la política, sí, la política. Es la hora de la política. Tan importante. De poner en práctica las formas distintas de hacer y pensar la política.
El reciente cambio de Gobierno en nuestro país nos hizo albergar muchas expectativas positivas en este sentido. No ya porque entendíamos que iba a haber coincidencia en el enfoque ambiental para decidir sobre esta cuestión tan importante. Sino también porque el agua debe considerarse como un bien público -de todos, es decir, de nadie de forma privativa-, con el que no se debe mercadear, debe servir para generar riqueza y redistribuirla, ayudando a muchos a salir adelante, a ser más competitivos, a generar empleo de calidad y a evitar el despoblamiento.
Esto es política. La política de decidir -y ser capaces de explicar la decisión- a todos, los que se sienten beneficiados y a los que se sienten perjudicados, por la decisión tomada. La de verdad, la que siempre supone riesgos, pero que marca las diferencias entre las distintas opciones políticas.
Soy consciente de que no es nada fácil, pero esa es la audacia que debemos pedir a quienes toman las decisiones en materia de agua. Estoy seguro de que hay esperanzas todavía. No perdamos la ilusión, gracias a la cual podemos avanzar.
Seguro que desde el Ministerio para la Transición Ecológica, se ponen en marcha al 100% las desaladoras -que garantizarán al Levante mucha más agua, y de forma constante y sin disputas, que la que aporta el trasvase en estos momentos- se recurre al trasvase solo de forma extraordinaria, y no ordinaria como hasta ahora -como dijo la propia Ministra-, y en todo caso para consumo humano, se vigila el cumplimiento del caudal ecológico del río Tajo a su paso por Aranjuez o Toledo por ejemplo, y se cuenta con las Comunidades Autónomas en la toma de decisiones en materia de agua.
Reivindicar la igualdad
Quiero acabar volviendo a un término que utilicé al inicio, «igualdad». Nada hay más importante que esto. Para mi forma de entender la política y la sociedad compleja en la que vivimos, lo más preciado y a lo que deben orientarse todas nuestras decisiones, es la igualdad. Entre todos los ciudadanos, sean como sean, con independencia del sexo, la raza, la orientación política o la religión, pero también, vivan donde vivan.
A nadie se le escapa que políticas de épocas pasadas primaron un modelo de desarrollo basado en la costa, abandonando a su suerte un vasto territorio, la España interior. La que se quedó vacía. El agua también contribuyó a ese modelo y fueron muchos los que, con el agua, abandonaron su tierra y se marcharon a la costa en la búsqueda de un futuro mejor. Y no queremos que esto vuelva a suceder.
La dignidad de las gentes de nuestros pueblos, su calidad de vida y sus esperanzas de futuro, están depositadas en el acceso al agua. No podemos defraudarles.
Hoy, el agua puede ser la solución, ¡sí!
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[…] Pues bien, ambos temas nos han acompañado todo el 2018, pero no ha sido este el año en el que se han resuelto. Ni siquiera se han afrontado con la decisión suficiente como para alcanzar acuerdos en un futuro a medio plazo, como he analizado en este blog en algunas ocasiones. Y siempre he destacado la necesidad de atacar estos problemas -o retos- con valentía. Valga como ejemplo este extracto de la entrada “Agua, soluciones, no problemas”, de agosto de este año (https://ruralsiglo21.org/2018/08/12/agua-soluciones-no-problemas/): […]
Hola. Quisiera saber cuando se van ha pagar los expedientes de agricultura ecológica que tuvimos revisión? Un saludo
Ángel, te contactamos para explicarte. Un saludo
Lamentablemente, sin antes tener un correcto diagnóstico de los problemas -que todas las partes compartan-, es ilusorio saltar a las soluciones. Y por desgracia el borrador del Pacto Regional del Agua más bien parece profundizar en los problemas -sobreexplotación y enquistamiento del enfrentamiento territorial-, desde un discurso extremadamente simplista: “en Castilla-La Mancha vemos pasar el agua y no nos dejan tocarla”. Cuando la realidad es harto más compleja.
Relegar las cuestiones medioambientales a la posición 13 de 15, limitándolas a los caudales ecológicos (¿y los problemas de calidad? ¿y las invasoras?) no parece ser un buen comienzo. Pues al fin y al cabo la Directiva Marco del Agua convierte el buen estado medioambiental como una restricción al sistema, podría decirse que por delante incluso de la consideración de “bien público” (pues este concepto solamente abarcaría a la sociedad actual y beneficio humano).
Por otra parte, en aras de alcanzar un verdadero acuerdo, en vez de señalar con el dedo acusador a los territorios circundantes (“beneficiarios” de “lo que se niega a Castilla-La Mancha”) convendría empezar haciendo un ejercicio de autocrítica, entonar un ‘mea culpa’, y señalar lo que hemos hecho mal en nuestra propia Región. Esto significa, entre otros aspectos, reconocer explícitamente (sin esconderlo en eufemismos ni cuestionar su rigor científico, como hace el texto del Pacto) la existencia de una grave sobreexplotación de los acuíferos en el Alto Guadiana, Mancha Oriental y Campos de Hellín-Corral Rubio. Sólo desde esta posición se puede exigir esfuerzos también a los demás.
La necesaria y drástica reestructuración de regadíos no se ha de limitar a equilibrar los balances hídricos actuales, sino adelantarse a los peores escenarios del cambio climático: entorno a un 40% menos de escorrentía total (superficial+subterránea), que a mismas demandas medioambientales nos lleva a reducciones aun más drásticas del recurso utilizable… mientras los cultivos aumentan su evapotranspiración por las mayores temperaturas.
Un ajuste de esta magnitud ha de ser inevitablemente la pieza central de toda la política hídrica venidera (brillando por su ausencia en el texto del Pacto), le pese a quien le pese. Debe reconocerse claramente y sin rodeos que tal ajuste no se logrará únicamente con tecnología y agricultura de precisión. Que no es viable seguir demandando ampliaciones de regadío, sino que -muy al contrario- es más que probable que deba producirse una importante reducción de la superficie utilizada (tal vez comenzando por leñosos de especies de secano) y un cambio masivo hacia cultivos menos exigentes en riegos.
Este punto también vale para cuestionar la absoluta prioridad que se le está dando al regadío en materia hídrica, muchas veces a costa de usos no consuntivos del agua o que aportan mayor valor añadido y social -como puede ser el uso hidroeléctrico (clave contra el cambio climático), o el uso turístico/recreativo de embalses y cursos de aguas bravas y la educación ambiental-.La protección de los paisajes del agua no puede entenderse sin una adecuada puesta en valor, con usos compatibles a la preservación.
Finalmente, y volviendo a la idea del equilibrio territorial, este no ha de entenderse únicamente comparándonos con regiones limítrofes. Dentro de la propia Castilla-La Mancha coexisten realidades muy diversas -complejidad que tampoco se refleja en el texto del Pacto-, como es la realidad de las zonas rurales más despobladas y de montaña: donde los regadíos históricos (importante paisaje cultural) se abandonan por inviabilidad económica y dificultades en la legalización de sus derechos de riego, pero que a su vez dependen crecientemente de los ya citados usos turísticos.
Desde la Plataforma en Defensa de las Fuentes pensamos que el texto presentado necesita una reelaboración completa -motivo por el cual estamos redactando una enmienda a la totalidad-, que sea abordado desde un trabajo inicial de diagnóstico riguroso y participado. Participado en reuniones abiertas y desde una discusión sincera, en sustitución de los encuentros entre bambalinas con unas pocas entidades de las que se ha tomado individualmente (en claro ejercicio de “cherry picking”) las propuestas que más agradaban al oído de la Consejería o mayor potencial electoral presenten.
Un saludo
Buenas tardes. El acuerdo de posición regional en materia de agua es un documento vivo, que ha sufrido modificaciones y que estamos trabajando con todos los interlocutores y con los partidos políticos. Creo sinceramente que es bueno para Castilla-La Mancha. Y creo también que, desde un planteamiento positivo se puede avanzar para defender los intereses del conjunto de la ciudadanía, haciendo un uso más eficiente del agua, invirtiendo en infraestructuras de abastecimiento y depuración, al mismo tiempo que se mejora el estado de nuestros ríos y de nuestros acuíferos. Esa es mi intención y creo que es el momento de avanzar.
Un saludo
Buenos días,
gracias por aprobar el comentario (un año después) y por la respuesta.
Efectivamente, desde un planteamiento positivo -pero realista- se puede avanzar mucho. Y espero sinceramente que se incorporen estas observaciones -se remitió en su momento un extenso documento de alegaciones-, pues el documento inicial adolecía de muy importantes carencias (enumeradas en parte en el comentario anterior).
Los problemas de carácter interno en relación con el agua son grandes, y su resolución no siempre depende «de fuera»:
– Por ejemplo, hace poco se declararon de «interés regional» unos regadíos que van a llevar el acuífero Mingogil-Villarones a la sobreexplotación. Igualito que todos los acuíferos circundantes, en la zona de los Campos de Hellín-Corredor de Almansa, y con el apoyo constante de su Consejería. Son regadíos insostenibles, buena parte de los cuales son a extinguir (no los salvará la «modernización»).
– Al mismo tiempo, el regadío de montaña y huerta tradicional -sostenibles, históricos y bien integrados en el paisaje (atractivo turístico de primer orden)- se abandonan día tras día. Y aunque hay unas indemnizaciones específicas de los fondos FEDER firmadas por Vd. mismo, la medida dista mucho de ser suficiente (no todo se arregla solo con dinero) y considero que merece una mayor atención en el acuerdo regional del agua. Porque no tiene sentido favorecer la sobreexplotación en unas zonas mientras otras (tradicionales) se pierden día tras día.
Por abundar un poco en la problemática de los regadíos de montaña, de más específico a más general:
– Es extremadamente habitual que, aunque se traten de regadíos históricos con derecho a agua desde tiempos inmemoriales, no se haya tramitado la concesión. Quien lo intenta hacer -casi siempre a título particular- se encuentra ante una burocracia monumental, y al ser frecuentemente personas mayores no entienden casi nada de todo ese papeleo. De las parcelas que no tienen ni siquiera escrituras o titulares conocidos, ya ni hablemos. Casi dan ganas de probar suerte con la usucapión, que al menos así se mueve algo.
– Hay un desconocimiento casi total de la obligatoriedad (y conveniencia) de constituirse en comunidades de regantes. En Liétor por ejemplo hay liada una bronca monumental con ese tema, y la acequia histórica ha quedado inutilizada por falta de mantenimiento. En Letur sin embargo, hay una comunidad de regantes muy activa que es una bendición para el pueblo (favoreciendo el turismo, con la ayuda del Ayuntamiento).
– El minifundismo lleva a huertos de subsistencia. Muchos cultivan solo por prestigio social, porque es una obligación de todo buen serrano el tener un huerto que luzca aunque luego cultive cosas que no le gustan y acaben tirándose. Para quienes no se meten en esa competición absurda, y salvo que le caigan regalos de los vecinos con huerto, las hortalizas casi siempre son importadas. ¡¡Importadas de zonas gravemente sobreexplotadas mientras se abandonan los regadíos tradicionales!! Obviamente falla la puesta en valor de variedades locales, la apuesta por comercialización de proximidad de los excedentes (aquí Ayuntamientos, mercados municipales semanales y comedores escolares podrían ser de gran ayuda), la idea misma de la agricultura como una posible actividad secundaria que complemente rentas (en vez de una obligación por prestigio social), e incluso el acceso a la tierra -abandonada- para facilitar que entre sangre fresca o que quien ya se ha puesto manos a la obra tenga donde crecer (y eventualmente convertirse en actividad principal).
– El sector turístico, salvo raras excepciones, no parece muy interesado en pagarle al agro las externalidades ambientales positivas (en jerga economicista) que supone el mantenimiento del paisaje cultural. Probablemente por falta de mecanismos que hagan la contribución solidaria (lo que nos lleva al clásico «problema del polizón»). En otros sitios hay ecotasas, de uno o dos euros por pernocta, que se dedican entre otras cosas al mantenimiento de paisajes culturales.
– Y ya cerrando esta breve y superficial reseña de problemas, muchos de los regadíos históricos están vinculados a aldeas que han sido abandonados por las Administraciones, particularmente Ayuntamientos y Diputación, en una clara política centralizadora que favorece a las villas y cabeceras de comarca. Más dramático si cabe es el caso de poblaciones calificadas de «diseminados» (LOTAU en mano, que sé que se pretende reformar aunque la Ley de Suelo estatal también ponga sus trabas). Un abandono que se traduce en despoblación, y con la despoblación al abandono de la huerta y consiguiente pérdida de los regadíos tradicionales. Este problema ya es harto más complejo, pero debe reforzarse la lucha contra la despoblación desde una perspectiva del recurso agua (y allí está la oportunidad del pacto del agua).
Las oficinas de extensión agraria están bien, pero son más un consultorio técnico que un verdadero elemento dinamizador. No estaría de más un programa de choque y una política específica para los regadíos de montaña. Regadíos que, al vincularse a numerosos nacimientos de escasa entidad, suelen ser la mejor garantía para la protección de los acuíferos frente a proyectos desarrollistas con pozos.
Buenos, días. Desde la consejería de agricultura se trabaja con los regantes para defender sus derechos, modernizar sus infraestructuras (31 millones de euros de inversión, la mayor parte para mejorar la eficiencia, ahorrando agua, en pequeñas comunidades de regantes) y aumentando la rentabilidad de la agricultura. Ese es el objetivo del gobierno regional. Un saludo
Buenos días Francisco, soy un joven de Ciudad Real y estoy con los papeles para ser agricultor, es de agradecer las ayudas para incorporacion y mejoras, pero me veo en el problema grave de que ya no nos dejan hacer pozos, y como yo estamos todos los jovenes que nos incorporamos que he hablado, y los que ya estan metidos, todos decimos lo mismo, que mas que el dinero la clave seria que nos dejaran regar, que nos permitieran hacer algun pozo. he ido a la confederacion del guadiana y a todo lo que le pregunté me dijeron que no, imposible regar ya…
Hay 2 grupos de whatsapp y otro de facebook con jovenes que se incorporan de toda España y comentan que en todas las demas regiones pueden seguir solicitando pozos menos aqui, lo cual nos atrasa mucho hasta el punto de que algunos no sabemos si va a ser rentable nuestra explotacion. Como me dijo un viejo, muchos jovenes que comprar aperos y tractor y luego se tiran muchos años pagando y penando, por no ser rentable y no ganar para pagar el prestamo.
Llevo ya tiempo planeando lo de incorporarme o no, en el 2016 me lo planteé pero no vi demasiado atractivo si no puedo regar parte de mi explotacion, y mientras estan los agricultores mayores que pidieron pozo para todas sus parcelas.
He leido su blog y decia que todo viene de la confederacion, que maneja el Estado, y bueno ahora que el gobierno ha cambiado tambien podria plantearle usted que en regiones como la nuestra nos dieran derechos de regadio a los que nos incorpormos.
como le digo me gustaria 1000 veces mas tener las parcelas con riego que que me den dinero por incorporarme. lo que queremos es producir.
Le agradezco que tenga en cuenta lo que le digo.
saludos
Buenos días JOSÉ JUAN. Gracias por seguir el blog y por tus reflexiones, que comparto. Hay que dar una solución a los jóvenes que se incorporarán en el
Alto GUADIANA. No puede ser que sea el único lugar de ESPAÑA donde no se pueda hacer un pozo con permiso de la confederación. Estamos trabajando con el nuevo Presidente de la CHG para que esto cambie lo antes posible. Espero que podamos dar buenas noticias pronto.
Un saludo
Buenas de nuevo Francisco.Le agradezco mucho que se preocupe por este tema, porque la verdad sería una grandisima ayuda. Yo quiero poder regar alguna de las 3 viñas que tenemos de entre 2 y 3 hectareas. las demas son de menos de 2 hect y 1h y el agua esta a bastantes metros de honda, asique no creo que me interese. Entre esto y otras 2 que si tenemos de regadio y alguna parcela que arriende pues se puede vivir de esto.
Me gustaria recalcar que pese a que soy de Ciudad Real soy de la zona norte y de hecho la mayoria de las parcelas de mis padres estan en la masa de Consuegra-Villacañas, tambien porque mi padre es de un pueblo de Toledo cercano y tenemo algunas parcelas en esa zona, que la verdad hemos tenido que arrancar alguna por lejania y reponer de viña emparrada porque ir con los vendimiadores a picos de viña lejos era una odisea,pero sin agua nose yo si irá bien.
Lo que quiero comentarle es que por mi zona ni por asomo hay tanto regadio como en el acuifero 23,mancha occidental 1 y 2, porque he estado algo por esa zona, de daimiel y de argamasilla y eso es otro mundo diferente a donde yo vivo, alli tienen todo de regadio y fincas grandes, que ojo hacen bien, pero pienso que no es lo mismo una zona que otra a la hora de en un futuro dejar hacer pozos a los jovenes, aunque suene feo decir esto,aqui tenemos casi todo secano, pero es lo que yo veo y no miento, a los datos de millones de kg de uva de una zona y otra me remito, y eso que estamos a no muchos kms.
Un saludo y gracias
Observo con tristeza que mi comentario no ha tenido aprobación cuando tan solo aportaba una respuesta democrática y mínima a lo que se dice en el artículo
No sólo el uso del asunto “Franco” es manipulación, lo es también aseverar sobre los rendimientos productivos
Como tampoco se publicará este, ya me encargaré de contestar a través de la prensa nacional
Siento el abuso partidista y el intento de practicar la desinformación territorial manchega “por un puñado de votos”
Buenas tardes, Julio. Ningún ánimo por mi parte de censurar. No es mi costumbre. El blog está abierto a todas las opiniones desde que empecé a escribir en el. Me apena que veas así mi entrada sobre el agua. En ella, como en todo, intento aportar mis ideas y fomentar un debate. En todo momento pongo encima de la mesa la solidaridad que siempre se ha ejercido desde CASTILLA-La Mancha, hecho que es fácilmente constatable. Pero si digo que el agua para regadío también tiene que servir para el desarrollo de eta Comunidad Autónoma. Me parece de sentido común teniendo en cuenta donde se encuentra el agua. Como lo de que en el Levante parece lógico utilizar las desaladoras. Te ánimo a leer de nuevo el artículo a ver si encuentras algo encaminado a ganar un puñado de votos. No es ese mi estilo la verdad.
En cuanto a la situación de los pueblos ribereños de Entrepeñas y Buendia y el suministro de agua por cisterna, decirte que la compensación por el trasvase que gestiona esta Comunidad Autónoma no permite actuar en esta cuestión, que sí es responsabilidad de la AGE.
Sin ánimo de polémica, recibe un saludo
Sin entrar en la variada y particular visión de la historia de España, percibo con desilusión que el concepto de profesionalidad que tenía de Francisco Martínez Arroyo se viene abajo cuando necesita usar de las tesis gubernamentales de atacar todo lo que se pueda al trasvase Tajo Segura utilizando la visión de obra Franquista.
En estos meses, a falta de visión estatal y de futuro, hemos encontrado la panacea de demonizar al pasado de España, a través de la figura de Franco, para tratar de a la vez que se exhuma su cadaver, intentar cargarnos el Acueducto.
¿Los Gobiernos harán lo mismo con los Paradores de Turismo, con los pantanos, cona las inversiones en el País Vasco, …..?
Que tristeza produce ver como se está engañando a la población manchega a la que no se le cuenta donde se han venido destinando los millones de euros que ese gobierno manchego ha venido recibiendo desde las tierras de levante que han venido pagando religiosamente el agua consumida.
Expliquen donde se derivado ese dinero finalista que debía estar siendo utilizado para ayudar a los pueblos ribereños y sin embargo, esos dineros ¿ande andarán?
A mí también me gusta el artículo, del que me queda la impresión de que el consejero cree (como yo) que el agua es fundamental para el desarrollo territorial, pero si vemos en este blog de un reconocido geógrafo, la evolución en la construcción de presas en España, estamos a niveles de principios del S. XX
http://elauladehistoria.blogspot.com/2016/04/la-construccion-de-presas-en-espana-su.html
En la comarca de Campos de Montiel esperamos la construcción de la presa del Castillo de Montizón desde principios de ese mismo siglo, como ya comenté en otro hilo, y usted argumentaba que la competencia era estatal. Ahora la JJ.CC. y el Estado, están ambos bajo el mismo signo político.
Un día le hago la comparativa de la evolución de la población en estos 120 años de algún municipio de esta comarca (Villanueva de los Infantes, Villamanrique…) con otro donde sí ha habido infraestructuras de esta misma provincia, como Puertollano (y olé por mis paisanos)
Hemos superado los 100 días desde la llegada del PSOE al gobiernos del país y no tenemos noticias sobre la construcción de la presa del Castillo de Montizón y lo único que circulan son rumores sobre que ya no es algo prioritario.
Mucho me temo que los ciudadrealeños de campo de Montiel volvemos a ser relegados.
Hola, Pedernal. Soy consciente del retraso en esta obra, que, como sabes, depende del Gobierno Central. Hemos vuelto a trasladar al minsisterio nuestro intereses en que se haga cuanto antes esta obra que comprometió el
Gobierno en 2014 y debía haber finalizado ya…
Gracias por seguir el blog y por tus palabras. Un saludo
Gracias, por responderme Francisco.
Espero que comprenda nuestra necesidad, pues hemos apostado toda la planificación de futuro a esa obra, porque es nuestra última esperanza.
Un saludo
Me parece un articulo excelente , acertado y honesto. Es dificil que alguién pueda no estar de acuerdo con el. Muy bueno , Paco.
Se cumple la Directiva Marco en nuestras masas subterráneas con los numerosos pozos ilegales que hay en nuestra región?.
No y ud. lo sabe.
Al revés, se camina hacia una sobreexplotación cada vez más severa y todo con la connivencia de la administración.
Pero se acerca el año 2027, año donde se debe tener el cumplimiento de la Directiva Marco europea en su totalidad y estamos muy lejos todavía. Cuando se acerque dicho año nos entrarán las prisas y se tomarán medidas con un impacto muy brusco y dificilmente asimilable por los agricultores y gran parte de culpa la tendrán los gobernantes por no haber querido tomar medidas a su debido tiempo y de forma progresiva.
Saludos